“Recibimos muchas denuncias del área de formación médica, especialmente de los residentes que están haciendo sus especialidades. Cito tres: neurocirugía en el Hospital Nacional de Itauguá, cirugía general en el Hospital de Barrio Obrero y medicina familiar y comunitaria en el Hospital de Limpio. No cuentan con un programa. Los residentes no están enterados ni mucho menos para seguir un programa formal de la especialización. Se supone que esas unidades fueron habilitadas cuando se aprobó un programa por el CONES, es decir, no se pudo haber habilitado una unidad formadora para la especialización médica sin contar con un programa”, expuso Rodas en charla con Francamente por Unión TV y radio La Unión.
Sobre el punto, señaló que el procedimiento normal consiste en que la unidad de una universidad estructure un proyecto educativo con un equipo académico. “Una vez que esto es aprobado por el CONES, se implementa la práctica formativa en un centro asistencial, como por ejemplo el de Barrio Obrero o el Nacional de Itauguá”, indicó.
En ese orden, lamentó que en una universidad privada muy reconocida estén como directivos también “miembros natos” del CONES, con lo cual “ni corto ni perezoso el rector se pone a debatir sobre el tema”. “Por una cuestión ética, cuando uno está afectado debería inhibirse de tratar el tema y apartarse (…) Ellos son los regulados que regulan”, dijo.
Ante esta situación, el CPM ha solicitado al CONES auditorías académicas administrativas y de gestión a esas tres especialidades.
Aseveró que hay más especialidades sobre las cuales pedirán también auditorías más adelante.