ras un día ajetreado llega el momento que llevas esperando todo el día, meterte a la cama. Sin embargo, muchas veces pese al agotamiento, aparece una dificultad para conciliar el sueño.
A menudo las abundantes reflexiones sobre lo ocurrido durante el día atacan, y te pasas la noche dando vueltas en la cama pensando que cada vez queda menos tiempo hasta que suene de nuevo el irritante tono de la alarma.
Además, en numerosas ocasiones pese a dormir, no descansamos. La incapacidad de desconectar puede ser provocado por el agobio de los exámenes, la fecha de entrega con la que no para de presionarte tu jefe, o simplemente insomnio.
Alterar nuestro horario también puede afectar al descanso. Como por ejemplo, el cambio de hora que se ha producido hoy mismo, 26 de marzo.
No obstante, existen algunos trucos sencillos para descansar mejor, y evitar que el estrés o los cambios impidan que duermas.
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