Los trabajadores del volante, que específicamente se dedican a trasportar los vehículos de procedencia extranjera hasta nuestro país, se muestran en contra del decreto del Ejecutivo que ya está vigente, y aumenta hasta el 25% el arancel por cada vehículo importado.
Según Almirón, la importación de vehículos ha mermado, las playas de ventas también son afectadas al igual que otros sectores. El vicepresidente estima que unas 200.000 personas por lo mínimo están siendo afectadas con la suba de los impuestos.
Aldo Almirón denunció que el Gobierno quiere imponer a la ciudadanía la compra de vehículos ensamblados en Paraguay pero con piezas traídas de China, el reclamo fue que permitan la libre competencia: “Quieren imponer sus chatarras chinas”, criticó.