Lleva tiempo alejado de los escándalos que solía protagonizar y que en alguna ocasión acabaron con él en prisión. Pero la nueva vida, más tranquila, que parece querer vivir Justin Bieber no ha sido suficiente para China, que han cerrado las puertas del país al cantante canadiense. Las autoridades chinas han revelado que han prohibido futuras actuaciones del artista debido al “mal comportamiento” del ídolo del pop dentro y fuera de sus fronteras.
“No es adecuado que entren al país artistas que hayan tenido comportamientos inadecuados”, indicó la Oficina Municipal de Cultura de Pekín en un comunicado publicado esta semana y que respondía a la petición de un fan para que el cantante, de 23 años, pudiera actuar en China. “Bieber es un joven cantante con mucho talento, pero también polémico, y como figura pública ha tenido una serie de comportamientos poco adecuados en su vida social, tanto en el extranjero como dentro de China”, se explica en la nota sobre su veto.
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Bieber no ha actuado nunca en China, aunque sí ha visitado el país para promocionar sus discos y en 2013 causó cierta polémica al recorrer la Gran Muralla —donde grabó el videoclip de All that Matters’— y hacerse fotos siendo llevado a cuestas por sus guardaespaldas. Sin embargo, la mayor polémica de Bieber con China la protagonizó un año después, cuando visitó en Tokio el santuario Yasukuni, un lugar harto impopular en otros países de Asia Oriental porque homenajea, entre otros, a criminales de guerra en la época en la que el Ejército nipón invadió territorio chino. No solo ha tenido problemas en China: en enero de 2016 fue expulsado de Tulum (México) por intentar acceder a las ruinas mayas con alcohol e intentar trepar por unas ruinas centenarias. Así mismo, también ha tenido problemas con la justicia argentina.
El país no ha permitido por ahora que Bieber actúe en los escenarios chinos “con el fin de regular el orden de las actuaciones y purificar el ambiente de estas”, se añade en el documento publicado en la web oficial del departamento de cultura pekinés. Este se concluye con el deseo de que “Justin Bieber pueda mejorar sus palabras y comportamientos mientras madura y se convierte en un verdadero cantante pop”. Algo en lo que está trabajando, al menos eso quiso demostrar a mitades de junio cuando compartió en su cuenta de Instagram una imagen de cuando fue detenido en Miami en enero de 2014. “La cárcel no es un buen sitio en el que estar. No es divertido. Nunca más”, decían los hashtags que acompañaban la foto.
El país no ha permitido por ahora que Bieber actúe en los escenarios chinos “con el fin de regular el orden de las actuaciones y purificar el ambiente de estas”, se añade en el documento publicado en la web oficial del departamento de cultura pekinés. Este se concluye con el deseo de que “Justin Bieber pueda mejorar sus palabras y comportamientos mientras madura y se convierte en un verdadero cantante pop”. Algo en lo que está trabajando, al menos eso quiso demostrar a mitades de junio cuando compartió en su cuenta de Instagram una imagen de cuando fue detenido en Miami en enero de 2014. “La cárcel no es un buen sitio en el que estar. No es divertido. Nunca más”, decían los hashtags que acompañaban la foto.
China ha vetado la entrada de numerosos artistas internacionales en el pasado, aunque es muy poco habitual que las autoridades expliquen la razón de esos vetos, como sí han hecho con Bieber. Artistas como la islandesa Björk (que gritó consignas a favor de un Tíbet independiente en un concierto en Shanghái), Bob Dylan, Bon Jovi, Oasis o Guns N’Roses han tenido problemas con las autoridades chinas e incluso han sufrido cancelaciones de conciertos a última hora por desavenencias políticas con el régimen comunista.
Con información de EL PAÍS.