El país que más ejecuciones realiza en el mundo mató a “miles” de personas el año pasado, según cálculos del grupo de derechos humanos Amnistía Internacional.
En su informe anual más reciente sobre la pena de muerte en el mundo, Amnistía registró un “aumento alarmante” en las ejecuciones: el año pasado fueron ejecutados al menos 1.634 personas, un incremento de más de 50% respecto del año anterior.
Pero esa cifra no incluye a China, un país que sigue siendo considerado, por un amplio márgen, el que más ejecuciones lleva a cabo en el mundo.
Falta de transparencia
Aunque Amnistía no publica cifras sobre China debido a preocupaciones por cómo el gobierno ha usado sus cifras en el pasado — las cuales el grupo de derechos dijo, eran mucho más bajas que la realidad— el informe indicó que “la información disponible muestra que miles de personas son ejecutadas y condenadas a la muerte en China cada año”.
Death Penalty Worldwide, un grupo de investigación y defensa de la Facultad de Derecho de Cornell, calcula que hubo al menos 2.400 ejecuciones en China en 2014, o una ejecución por cada 562.500 personas.
Ejecuciones por error
Huugjilt, de 18 años de edad, fue ejecutado por un delito que Zhao Zhihong (al centro) más adelante confesó haber cometido.
Una serie de prominentes condenas y ejecuciones erróneas también han provocado una mayor oposición y críticas hacia la pena de muerte en China.
En febrero, 27 funcionarios fueron sancionados por la ejecución injusta de un adolescente de Mongolia Interior.
En 1996, Huugjilt, de 18 años de edad, fue condenado por la violación y asesinato de una mujer y fue ejecutado en cuestión de meses. Nueve años más tarde, el violador y asesino convicto en serie, Zhao Zhihong, confesó el crimen, lo que provocó una revisión del caso y la cobertura intensa por parte de los medios de comunicación.
El tribunal superior de Mongolia Interior anuló la condena de Huugjilt en diciembre de 2014 y le dio a sus padres 2 millones de yuanes (320.000 dólares) en compensación por la ejecución injusta de su hijo.
“Aprendimos una lección devastadora en este caso; lo lamentamos”, dijo Zhao Jianping, el presidente delegado del tribunal, cuando anuló el veredicto.
Fuente: CNN