Fue un resultado inesperado, sobre todo porque Federer, campeón en Melbourne en cuatro ocasiones (2004, 2006, 2007 y 2010), había ganado sus diez partidos anteriores ante Seppi, un adversario que se le daba especialmente bien y con el que sólo había perdido un set, en los cuartos de final del torneo de Doha de 2012.
Roger, frustrado.
El suizo no caía antes de los octavos de final en Melbourne desde 2001, pero hace catorce años era un jugador en progresión y todavía no tenía el nivel que alcanzó despues y que le ha permitido ganar 17 torneos del Grand Slam.
El público australiano se quedó así sin uno de sus grandes ídolos, en una edición donde ya se habían vivido algunos grandes sustos, especialmente con Rafael Nadal y Maria Sharapova en la segunda ronda, donde ambos estuvieron cerca de quedar eliminados ante rivales situados fuera del ‘Top 100’.