La madre denuncia los malos tratos que reciben los agentes procesados quienes volvieron a ser rechazados de la cárcel militar de Viñas Cué.
“No tienen agua, no tienen cama, no tienen comunicación, no tienen nada”, comentó.
Carolina de Morán clama recibir ayuda y que también los escuchen: “No pido que mi hijo duerma en un hotel pero si pido que estén en un lugar digno. En Viñas Cué estuvimos dos horas, ellos en el colectivo y nosotros pasándoles aguas desde afuera”, lamentó.
Según los testimonios de la madre los detenidos entre tantos traslados ya no se bañan: “Pido auxilio, hay gente embaraza entre las otras madres quienes también están detrás de sus hijos. Un padre chocó, se acaban de accidentar”, relató.
En medio de la conmoción la madre expresó: “Si tuviera una barita o pudiera hablar con Dios pediría anular ese día”.
La madre sostiene que el tiempo revelará que su hijo es inocente:
“Que sean seis meses o que sea un año (lo que dure el proceso) sólo pido un lugar digno para estar. No pueden andar de día en un lugra y de noche en un vehículo, siempre esposados”, expresó.
Los agentes llevan días sin tener un paradero definitivo, se habló de Tacumbú, luego pasaron a la penitenciaría de Emboscada de donde volvieron a salir ya que las autoridades no pudieron garantizarle seguridad. Últimamente estuvieron en el Departamento Judicial de la Policía Nacional antes de ser trasladados hasta la prisión militar de Viñas Cué donde volvieron a ser rechazados. Ahora volverán a guardar reclusión en el departamento policial.