Candia indicó que Araceli no conocía a la familia asesinada, a excepción de Julio Rojas Delvalle (52), a quien conoció el 2 de octubre, 6 días antes del macabro hallazgo, y quien, según comentó, le había ofrecido un terreno, pero que no conversaron más sobre otros temas después de ello.
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Así mismo, señaló que Araceli tenía relacionamiento con el principal sospechoso del caso, Bruno Marabel, solo de índole laboral, porque “él había entrado a la empresa donde trabajan tres meses antes (del asesinato)”. Sobre el punto, afirmó que hacía más o menos tres semanas que su defendía tomó mayor vínculo con el joven y que a partir de más o menos el 29 de septiembre comenzó a frecuentar la conocida como “casa del horror”. En ese sentido, aseguró que para esa fecha Dalma Rojas (25), sus hijos y su madre, Elva Graciela Rodas de Rojas (51), ya no se hallaban en la vivienda.
En ese orden, Candia dijo que el Ministerio Público “no tiene un solo elemento” para incriminar a sus defendidos en el caso.
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No obstante, con relación a la cartera de su clienta que fue encontrada durante uno de los allanamientos realizados en la casa, el letrado dijo que “Bruno le regaló”.
El caso
Bruno Marabel fue imputado por el feminicidio de su esposa, Dalma María Rojas Rodas (25), y por homicidio doloso del que resultaron víctimas los padres de esta mujer, Julio Rojas Delvalle (52) y Elva Graciela Rodas de Rojas (51), así como los hijos de Dalma, Cristian Santino Barrios Rojas (6) y Saulo Pío Nahir Rojas (4). Por su parte Marcelo Gabriel Sosa Díaz, Araceli Sosa Díaz y Alba Armoa se hallan imputados por homicidio doloso en carácter de cómplice.
El hecho ocurrió en una vivienda ubicada en la intersección de las calles Oliva casi Montevideo, de Asunción, y fue descubierto el pasado 8 de octubre.