“Uno nunca se acostumbra a la ausencia, se acomoda a una nueva forma de vida, con ese sentimiento de dolor, de rabia e impotencia en otras ocasiones. Lo que más me golpea es escuchar a mis padres, porque solo quienes perdieron a un hijo saben lo que eso significa. Justamente lo más impactante para mí fue ver ayer las fotografías del cadáver de mi hermana (…) Yo hasta ayer solamente había visto la bolsa negra en la que llevaron a mi hermana después de encontrarla y el tatuaje que ella tenía en la espalda al momento de reconocerla”, expresó Silvia en contacto con Todas Las Voces por La Unión.
Señaló que Benítez actuó de nexo entre el grupo ejecutor y el grupo que definía las acciones a tomar, además de haber sido partícipe de un cobro de rescate.
Mencionó que el primer juicio, de los cuatro llevados a cabo con el de ayer, fue el mayor, ya que se tuvo que compartir espacio físico con quienes planearon el secuestro y el asesinato de Cecilia. “Fue compartir con personas que no solamente la mataron, la enterraron viva”, expresó.
Benítez manifestó que está “arrepentido” de haber formado parte del secuestro y asesinato de Cecilia Cubas. Al respecto, Silvia dijo que cree en las personas que se arrepienten, pero que “tienen que demostrarlo”. “Hay muchísimas personas que aún no han sido identificadas, usuarios de celulares que están en el registro de llamadas del circuito de investigación. Si realmente (Óscar) estaba arrepentido, podía proporcionado información sobre la identidad de esas personas. Él por ejemplo también sabe qué día exactamente se le mató a mi hermana”, dijo.