“Entendemos que muchas personas se sienten avasalladas, pero lo hacemos porque la situación lo amerita”, expresó en contacto con La Unión, afirmando que, lastimosamente, hasta que no se encuentre una solución definitiva al problema de las familias ribereñas que sufren las inundaciones, seguirá cíclicamente sucediendo.
Sobre el punto, Benítez aseveró que las soluciones que deseen plantear desde los gobierno tanto central como municipal no tienen que consistir solo en brindar una casa a cada familia afectada, sino que debe tener una “visión más amplia”.
De acuerdo a datos de la municipalidad de Asunción, se llevan contabilizadas 4.000 familias damnificadas hasta el momento por la crecida del río.