Cada año, entre 5 y 13 millones de toneladas de plástico terminan en el océano. Esta cifra mundial sigue en aumento y para el 2050 se cree que la cantidad de basura superará el número de peces en el mar.
En el proceso de degradación, los trozos más grandes se van partiendo en millones de pedacitos microscópicos que quedan en la superficie y luego ingieren los peces y otros animales, y así es como el plástico ingresó, sin darnos cuenta, en la cadena alimenticia.
Según la BBC, lo que queda flotando, no se mantiene cerca de su región de origen, sino que por la acción de las corrientes marinas termina en una de las grandes seis islas de basura distribuidas a lo largo de los océanos del mundo.
Más de un millón de aves y de cerca de 100.000 tortugas y mamíferos, mueren anualmente con las toneladas de plástico mal arrojados a la naturaleza. En la disección de crías de pájaros muertos, se han encontrado hasta escarbadientes de plástico que agujerean el estómago de las pequeñas aves.
Por otra parte, las tortugas no pueden distinguir la diferencia entre las medusas y las bolsas de plástico que terminan consumiendo y les provoca la muerte.
La amenaza para las especies proviene no sólo del plástico visible, sino también de fragmentos diminutos o microplásticos, cuyas fuentes pueden ser productos de maquillaje y champú, informó la BBC.
En nuestro país, desde el 1 de abril de este año, las bolsas de transporte de productos en los comercios en general deberían tener un costo adicional, para minimizar el impacto y su utilización que dañan al medio ambiente. Es la Ley 5414/15, que apunta a reducir el uso de estas el polietileno por otras biodegradables.