Al respecto, el artículo 321 del Código Electoral establece que “quienes retuvieren los documentos de identidad de los electores el día de las elecciones o exigieren el voto en un sentido determinado, mediante el ofrecimiento o entrega efectiva de dádivas o recompensas. Así lo recordó el abogado y periodista de La Unión R800 AM Héctor Alegre, quien aseveró que los delitos electorales “no se extinguen”.
El mismo artículo establece que sufrirán la pena de uno a dos años de penitenciaría, más una multa equivalente a trescientos jornales mínimos.
En este orden, aseguró que el mismo marco reglamentario considera este hecho como compra de votos, por lo cual la fiscal electoral debe abrir una investigación contra Frutos, cuestión que también fue respaldada por el Director de Recursos Electorales del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), Luis Salas.
Por su parte, la propia Ayesa Frutos explicó que su iniciativa se originó en su recorrido por la calle, donde la gente con la que habló le manifestó que “estaba harta de los políticos”. “Entonces dije: voy a ceder la mitad de mi salario con la gente que confía en mí”, expresó en comunicación con La Unión R800 AM.
Justificó su idea diciendo que ella es una ‘outsider’ y no pertenece a un partido político reconocido hace mucho tiempo. “Es un manera de decir: ‘vos confiás en mí y te voy a recompensar. Voy a compartir contigo lo que es mío en caso de ser diputada'”, expuso la exmodelo.
Frutos dijo que utilizó esta esta iniciativa en lugar de ofrecer “propuestas populistas”, como decir a la ciudadanía que presentará proyectos de ley en los que se establezcan reducción de dietas de congresistas o restricción de beneficios.
“Lo hice con sentimiento”, señaló, reconociendo que se equivocó al pedir “a quienes me voten”. “Admito que me equivoqué. Asumo mi responsabilidad que dije mal. A las personas que confían en mí”, aseveró, añadiendo que “estoy cambiando los términos legales para no tener problemas con la justicia”, en referencia al término ‘voten’, para reemplazarlo por ‘confíen’.
La candidata a la Cámara Baja del movimiento ‘Unámonos’ aseguró que ella tiene suficientes ingresos propios y por lo cual se siente en condiciones de donar la mitad de su salario como legisladora. “Tengo 46 años, no le debo nada a nadie, vengo de una familia de nivel medio, tengo mi casa y mis negocios particulares. No tengo una vida con muchos lujo pero tengo una vida estable”, finalizó.