El flash echa a perder un buen retrato si los ojos quedan rojos, sin embargo, a veces ayuda a detectar retinoblastoma, un tumor que se desarrolla en la retina, siendo el más frecuente en la infancia.
La retinoblastoma es un tumor canceroso de la retina, se trata de una enfermedad agresiva, que afecta principalmente a niños menores de cinco años. La detección temprana puede salvar la vida del paciente, evitar cegueras y propagación a otras partes del cuerpo; con el tratamiento adecuado.
Pero cómo puede detectarse esta enfermedad a través de una simple foto. Si en vez de ver los molestosos ojos rojos causados por el flash de la cámara se ven ojos blancos, amarillos o negros en el área de la pupila; visite inmediatamente al oftalmólogo.
Al ver una fotografía se puede recordar un grato momento pero también se puede detectar una enfermedad cancerígena. Si ambos ojos salen rojos, no hay de qué preocuparse pues lo que vemos son los reflejos de los vasos sanguíneos situados detrás de la retina cuando la luz de la cámara incide sobre las pupilas. Sin embargo, si solo uno de ellos sale rojo (normal) y el otro ojo se ve distorsionado o con un color diferente, podría ser indicio de que algo no está bien y que podría tratarse de una retinoblastoma.
Oftalmólogas del Hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñu” enseñan cómo detectar un problema ocular con tan solo observar imágenes fotográficas (ver gráfico) y con ello se reafirma la frase “una imagen vale más que mil palabras”.
Para acceder a información adicional, contactar al servicio de Oftalmología del Pediátrico, llamando al 021 589008/9.