Después de la orden de arresto disciplinario del lunes pasado impuesta por el juez Gustavo Amarilla, tras declararlo como litigante de mala fe por las diversas dilataciones que se produjeron durante los 17 años de proceso que lleva su causa, Bower dijo que siente una “persecución”.
“Nunca promoví ninguna recusación y jamás entorpecí la regular tramitación del juicio. Siempre me puse a disposición de la Justicia”, expresó el ex secretario de Estado en conferencia de prensa.
Manifestó que el juez Amarilla lo acusó de ‘chicanero’, cuando él nunca presentó chicana alguna. “Mis derechos humanos y los de mi familia son violados desde hace 17 años”, expuso Bower.
En este sentido, sostuvo que durante todo el tiempo mencionado jueces “incompetentes e imparciales” se encargaron de su caso, informó el periodista de La Unión Carlos Flecha.
En referencia a la medida de arresto disciplinario que le impuso el citado magistrado, dijo que lo toma como una manera de presión e intimidación. “Me presionan para no hablar, pero yo hablaré y el pueblo me escuchará. Ante la injusticia no me voy a arrodillar”, expresó.
Walter Bower fue denunciado por los agentes de policía Alfredo Cáceres y Jorge López, en mayo del 2000, quienes acusaron al exministro del Interior de haberlos torturado luego del intento de golpe de Estado al entonces presidente de la República, Luis Ángel González Macchi.