“Desde que el Gobierno habilitó a las empresas privadas para que puedan gestionar la compra de vacunas contra el COVID-19, varios de nuestros asociados están trabajando en todo este proyecto”, dijo Ávila en conversación con La Unión.
El empresario indicó que miembros de CIFARMA están trabajando con los cuatro laboratorios, aunque mencionó que hay distintos problemas que se están presentando, como por ejemplo la no representación comercial en Rusia (donde se produce la Sputnik V) y China (donde se produce la Sinovac) y el inconveniente de la logística por el tema de la temperatura a la que debe conservarse y almacenarse.
Señaló que hay empresas locales que están negociando con los laboratorios, pero no están teniendo el poder, mediante documento escrito, que acredite a una empresa paraguaya como representante de sus productos en nuestro país.
Ávila aseveró que todas las vacunas que importen las empresas privadas deberán contar con registro sanitario, pese a que serán destinadas al Ministerio de salud.