El arma en cuestión es una de marca Glock 17, calibre 9 milímetros.
De acuerdo con la versión de la viuda, el arma utilizada contra el intendente pertenecía a ella, de nombre Mirta Raquel López, cuyo esposo, Fernando Javier Lezcano, alias “Gordo”, fue asesinado en un atentado en el año 2017. Ella asegura que le entregó a su abogada, Liz López, como parte de pago por un trabajo, aunque no ha presentado hasta el momento un documento que respalde esa afirmación.
Anteriormente, Mirta López había negado haber tenido el arma. Sin embargo, luego de que fue publicado un acta del Ministerio Público en el que consta que el arma en cuestión le había sido entregada a ella. Posteriormente, cambió su versión y dijo que entregó a su abogada como “parte de pago” por un trabajo.
La abogada Liz López, por su lado, aseguró que en aquel entonces su trabajo se centró en patrocinar a Mirta López para que se le devuelva el arma de su marido. “Solamente fue esa mi participación”, manifestó. Dijo que, tras esa versión de su exclienta, ahora teme por su vida. Mencionó que “no tengo los US$ 50.000 a quien hizo el hecho. Yo tengo miedo ahora”.
Los investigadores tienen como eje principal determinar cómo esa arma que había quedado en poder de Mirta Raquel López fue a parar a manos de los sicarios que atacaron al intendente pedrojuanino, informó el periodista Rodrigo Pedrozo.