Francisco Luis Correa Galeano admitió haber transportado el arma utilizada en el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci. Tras su captura, amenazó a la fiscal y al juez que llevaron su caso, lo que resultó en su ingreso a un centro penitenciario. Al colaborar con las autoridades, identificando a otros implicados, ha expresado su deseo de contribuir al esclarecimiento del crimen.
Correa Galeano, considerado el “cerebro” detrás del asesinato, negoció un acuerdo con la Fiscalía colombiana que le otorga inmunidad parcial por un año en el delito de homicidio agravado, mientras continúa el proceso por otros cargos.
Su colaboración ha sido fundamental para la judicialización de otros sospechosos, como los hermanos Ramón Emilio y Andrés Felipe Pérez Hoyos, y Margareth Chacón Zúñiga. Correa Galeano se ha comprometido a servir como testigo en los procesos derivados de la investigación, con el objetivo de esclarecer completamente el caso y asegurar que todos los responsables enfrenten la justicia.