Coldplay no podría haber arrancado con un mejor marco en el comienzo de su gira por América latina y ante un Estadio Único lleno en La Plata. En su tercera visita al país -la primera fue en 2007 en el teatro Gran Rex y la segunda en 2010, en el estadio de River-, el grupo se sintió como en su casa durante su estadía de diez días en Buenos Aires y presentó frente al público argentino las canciones de su celebrado disco A Head Full of Dreams, editado el año pasado.
Con este álbum, el grupo inglés empezó a reposicionarse tras el fallido Ghost Stories, un disco gris, que salió tras la ruptura del matrimonio entre el cantante Chris Martin y la actriz Gwyneth Paltrow.
Temprano, la autopista cargada de autos reflejaba el flujo de aficionados que viajaron hasta La Plata para participar del primero de los dos conciertos en este estadio. Las puertas se abrieron a las 16 y la previa del show estuvo a cargo de la cantante argentina Hana y la telonera británica, Lianne La Havas (conocida por su participación en el último disco de Prince).
Cerca de las 21, la banda subió al escenario. Las canciones pop y de base electrónica del nuevo disco, impulsadas por el dúo de productores de moda, Stargate, acompañaron a la perfección la performance del carismático cantante Chris Martin y sus compañeros de banda Jonny Buckland (guitarras), Guy Berryman (bajo) y Will Champion (batería), en el arranque de este tour mundial.
El nuevo sonido del grupo (la mayor parte de la lista se centró en su último disco, como habían anticipado en las redes sociales) fue como un estallido de colores que contagió con sus melodías a todo el estadio.
El show arrancó con el tema que da nombre a su nuevo disco e inmediatamente después se encendieron las pulseras que llevaban puestas sus miles de seguidores y comenzó la fiesta de Coldplay. “Buenas noches, amigos. Estamos felices de estar con ustedes. Estamos agradecidos”, fueron las primeras palabras de Chris Martin ante unas 50.000 personas.
Como luciérnagas rojas, las pulseras titilaron en todo el estadio coordinadas con un set de los primeros temas, con “Yellow” e “In my place”, dos himnos épicos del grupo.
Un sonriente Chris Martin acompañó el espíritu solar de las canciones y los fuegos de artificios. Una flor de colores en el fondo de la pantalla cambiaba de tonalidades mientras el sonido celta de la guitarra eléctrica hacía dúo con el coro de la multitud. La celebración fue la consigna.
“¿Todo bien?”, preguntó el cantante. Para su público, la noche no podía estar mejor después de escucharlo cantar temas nuevos como “Hymn for the Weekend” o de acercarse a su público en los pequeños escenarios montados a lo largo de una gran pasarela tendida hasta la mitad del campo. El público participó activamente y cantó ése y otros hits, de espíritu optimista y electrónico que invitó al baile.
Hoy, el grupo tocará su último concierto. Se recomienda llegar temprano por la afluencia de tránsito hacia la ciudad. Después, Coldplay seguirá su gira por Chile, Brasil, Colombia y México. El tour mundial continuará por Europa y a partir de julio terminará en los Estados Unidos. Pero nadie le quita el privilegio al público argentino de disfrutar la primera vuelta de Coldplay a los escenarios tras un año de parate.
Fuente: La Nación Argentina