La iniciativa, que empezó hace tres meses, fue lograda en el marco de un programa de reinserción de la Dirección General de Bienestar y Reinserción Social del Ministerio de Justicia.
La propuesta incluye butacas, pufs, planteras y camitas para mascotas, que requieren de su talento manual para trenzar cuerdas de fibra sintética laqueadas sobre una estructura de metal liviana que permite dar forma a los objetos.
“WB Emprendimientos me dio la total confianza. Envió un instructor al penal para enseñarme a trabajar las piezas en fibras, me otorgó un empleo y lleva mis productos a exhibirse en un showroom donde el público compra”, refiere Gilberto, quien a su vez enseña a otros tres compañeros del penal a trabajar en la realización de estos muebles para dar respuesta a pedidos.
Los productos, que forman parte de la plataforma Latente, se han posicionado en el mercado por su ligereza, resistencia y alta durabilidad, al igual que los precios convenientes. Las butacas se cotizan a G. 200.000, los pufs a G. 150.000, las planteras a G. 35.000 y las camitas para mascotas a G. 200.000. Parte de las ganancias se destinan a las personas privadas de libertad (PPL) para cubrir sus gastos propios y los de sus familias.
Correcto y disciplinado en todo, Gilberto no ha descuidado sus estudios en la penitenciaría. Tomó cursos de elaboración de productos de limpieza, costura, forrado de termos y hasta chapería y pintura que le dio provecho para fabricar junto a otros, la cápsula de transporte de pacientes con COVID-19. En otro momento, se aboca a entrenar el físico y también la mente, con la lectura en temas como neurolingüística, oratoria y filosofía.
“Intento mejorar mi vida en lo económico, familiar, espiritual, conyugal y en seleccionar mis amistades. La condena no debe ser un tiempo perdido”, dice Gilberto, que lleva recluido cuatro años y siete meses de los ocho años que le fueron impuestos en condena.
Por el momento, dejó atrás sus recuerdos de niño en Itanará (Canindeyú) y una vida familiar y social normal por los errores cometidos. “Estoy muy arrepentido. Yo me equivoqué, pero estoy poniendo todo de mí para cambiar. Aquí (en el penal) me apoyan mucho; hasta tengo un trabajo con una empresa y sueño ponerme una similar al salir. Además, afuera me esperan mi esposa y mis seis hijos”, concluyó animado Gilberto.
Para solicitar consultas y pedidos de los productos que tienen un sentido social, pueden hacerlo al WhatsApp +595 986 625247.
Con información de ip.gov.py.