“Lo que pedimos es que el compañero no salga a las calles en esos periodos de lluvias o tormentas. Muchas veces lo que pedimos es que las personas tengan más de conciencia que hasta que pase la tormenta los compañeros no estén saliendo a las calles (…) porque muchos compañeros ya se accidentaron e incluso quedaron con daños irreversibles. Es un problema real que tenemos que atajar ahora (…) Si hasta autos llevan (los raudales), imagínense una moto”, dijo Federico Ferreira, representante de los trabajadores, en contacto con Enfoque 800 por La Unión.
En ese orden, señaló que ya han conversado con Enrique López Arce, analista de empleos, ante quien estos trabajadores recurrieron para regular este trabajo, ya que la gran mayoría de las empresas que explotan estos servicios lo hacen sin un marco regulatorio. “Los compañeros trabajan sin cobrar horario nocturno, ni tampoco extras por sábados, domingos ni feriados. Trabajamos bajo una desprotección total de la ley porque en ninguno de los casos reconocen la relación laboral. Reciben pagos simbólicos”, expresó Ferreira, refiriendo que muchas firmas del rubro no interrumpen el servicio con el propósito de evitar pérdidas.