Ambientalista repudia que denuncias por incendios forestales queden “en culpa de alguien anónimo” y nunca sean investigadas

Luis Recalde, ingeniero ambientalista, lamentó que de más de 50 denuncias de incendios forestales presentadas ante el Ministerio Público el año pasado no haya arrojado como resultado ni un solo imputado.

Captura de video.

En lo concerniente a la provocación de incendios, el ambientalista dijo que muchos de ellos se producen por culpa de cazadores furtivos que provocan humo para que los animales se muevan de su hábitat o guarida y puedan matarlos. Recalde, también conocido por su nick en redes sociales como “Drunken Forest”, señaló que esta situación muchas veces se convierte en siniestros incontrolables y que incluso ello ocurre en parques nacionales y reservas forestales.

“Las denuncias que se hacen por lo general al respecto son contra personas innominadas y ese es un problema, porque el sistema judicial no avanza en estos casos, no investiga, como que queda ahí en el aire, ‘fue la culpa de alguien anónimo’ y queda en una denuncia contra personas innominadas que no corre nunca”, criticó Recalde en contacto con La Unión, indicando que prueba de ello es que en todos estos años, con la cantidad de focos de incendio registrados en todo el territorio nacional, nunca nadie haya enfrentado a la justicia. Por este motivo es que siguen produciéndose estas acciones que atentan contra la naturaleza, dijo.

En cuanto a las quemas controladas, Recalde aseveró que estas deben ser verificadas por los municipios donde se producen. “Los municipios no tienen la capacidad de regular eso, lo cual en teoría les corresponde y entonces como que queda en el aire. Existe la figura pero no está reglamentada”, manifestó.

Recordó que, de acuerdo a la Ley de Deforestación Cero, aprobada en 2004, está prohibido convertir un bosque en un campo agropecuario en la Región Oriental.

“Se puede hacer el cambio de uso de la tierra, pero de bosques naturales a territorios agropecuarios”, dijo, lamentando que la normativa sea letra muerta, como en el caso de lo ocurrido en la colonia Manitoba, distrito de Tacuatî, Departamento de San Pedro, donde a fines del mes pasado cerca de 200 hectáreas de bosques naturales fueron derribados y quemados. La misma circunstancia se repite en muchos otros lugares de la Región Oriental, aseguró.

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