Este jueves bien temprano se reavivó el conflicto entre alumnos de la Universidad Católica de Asunción (UCA), donde guardias privados vestidos de civil ingresaron al predio rompiendo los candados de los portones buscando levantar la toma de la institución.
Camila Corvalán, estudiante de la UCA, manifestó que la situación es “indignante”, aseverando que “los guardias dijeron que fueron contratados por Miguel Ortiz, secretario privado del rector de la universidad (Narciso Velázquez)”. “Estamos hablando de personas que no tienen ningún tipo de distintivo de una empresa de seguridad que golpearon a nuestro compañeros”, señaló, quien añadió que los agentes tampoco contaban con orden judicial para irrumpir en el local.
En estos momentos, los alumnos lograron retomar la institución y continúan con el paro.
Aclaró que ya habían llegado a un acuerdo con los obispos de la institución. Sin embargo, el Consejo de Gobierno se negó a firmar cualquier documento con los alumnos.
Corvalán afirmó que ayer, en asamblea, se resolvió exigir a la directiva de la UCA aceptar el acuerdo de modo a levantar la medida de fuerza, “pero esta madrugada el mismo César Rufinelli, asesor jurídico de la universidad y miembro del Consejo de Gobierno, llegó con una patota de patovicas”. Aseguró que la presencia de estos guardias dentro de la casa de estudios representa clara y únicamente “que quieren amedrentarnos y judicializarnos y, ya a este punto, pegarles a nuestros compañeros”.
Gentileza.
Señaló que el acuerdo pretendido por los alumnos implica nombrar a un nuevo encargado de despacho “para continuar con la resolución de este conflicto una vez levantada la medida”, así como que se les otorgue garantías de que tanto estudiantes y docentes que llevaron adelante el paro no sufran represalias “ni jurídicas, ni académicas, ni administrativas” por parte de las autoridades de la institución.
El pasado 1 de agosto, alumnos de la Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas de la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción tomaron la institución como medida de protesta a la destitución del ex decano José Antonio Galeano.
El ex decano fue removido de su cargo. Sin embargo, el afectado había asegurado que no debía ser desvinculado, ya que el puesto le fue otorgado por la Conferencia Episcopal Paraguaya hasta el 2019.