La crítica situación sanitaria de Venezuela se disparó en el último año. Por un lado, volvieron epidemias como malaria, difteria, dengue, zika, tuberculosis y sarampión, enfermedades que ya habían sido erradicadas hace más de 60 años, y, por otro, se incrementó peligrosamente la desnutrición en varios estados a raíz de la carencia alimenticia.
Esta semana se conoció un informe de Cáritas Venezuela, difundido por el periódico El Nacional, en el que se advierte que en un año la curva de riesgo de desnutrición aguda en la población infantil -entre 0 y 5 años- pasó de 8% a 14,5%. Se debe tener en cuenta que el país caribeño sufre un agudo desabastecimiento de productos de primera necesidad, como comestibles y productos básicos de higiene, debido a la debacle económica. Desde hace tiempo que los hogares más vulnerables no cuentan con alimentos básicos.
“De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) si llegamos a 15% estamos hablando de emergencia alimentaria”, explicó Yaneth Fernández, directora nacional de Cáritas. “La desnutrición aguda descompensa gravemente a los niños y por eso estamos viendo como ha aumentado la muerte de niños que llegan con grados de desnutrición a las emergencias hospitalarias, y no sobreviven frente a un virus”, expuso.
Familiares de pacientes en estado crítico reclaman acceso a los medicamentos en Caracas. / Foto: AFP.
Los médicos venezolanos dijeron que la desnutrición subió debido a que en muchos hogares la dieta es a base de carbohidratos, sin consumir proteínas, grasas y azúcares naturales. “En la alimentación de los niños actualmente no hay leche, ni huevos, ni carne, ni pescado”, señaló Fernández.
En cuanto al retorno de las epidemias, la Asamblea Nacional (Parlamento) tuvo que declarar “emergencia sanitaria” en todo el país. Solo en malaria ya se registra un millón de personas afectadas por la enfermedad, de acuerdo a estimaciones hechas por la pediatra e infectóloga María Graciela López.
La especialista dijo que la cifra está basada en el último reporte oficial de 2016, cuando hubo 240.000 casos. “Hoy tenemos tres veces más enfermos y la cantidad supera el millón de personas con malaria”, aseguró.
El estado de Bolívar, ubicado en el sur de Venezuela, es la zona más afectada, pero la enfermedad de las fiebres temblorosas se ha extendido a todo el oriente del país, como a los estados de Monagas, Anzoátegui, la isla de Margarita (Nueva Esparta) y Sucre. Incluso, está llegando al centro del país, afectando estados como Miranda y Guárico.
Cuando en la última conferencia de prensa los periodistas le preguntaron al ministro de Salud, Luis López, si tenía cifras de cuántos casos de difteria se han registrado este año, el funcionario respondió despectivamente: “Eso prefiero reservármelo”.
Protesta contra el gobierno de Maduro por la falta de medicamentos en Venezuela.
Los médicos venezolanos denuncian que, además de ocultar información sobre la crisis sanitaria, el Ministerio de la Salud no toma las medidas suficientes para frenar las epidemias en el aspecto ambiental y atender los casos de enfermos, como proporcionarles vacunas y tratamientos adecuados.
El otro problema en este círculo de carencias son los intermediarios que lucran con los medicamentos, haciendo que lleguen “a cuentagotas” a los pacientes, denuncia la doctora María Graciela López. Si bien ella evita culpar a un sector puntual, otras fuentes sanitarias indican que son los militares de los puestos carreteros fronterizos, tanto de Brasil como de Colombia, quienes trafican en el mercado negro los remedios de mayor demanda.
Los medicamentos para atacar y acabar con la malaria son cloroquina, primaquina y artesonato. La escasez en Venezuela de estos productos es terrible y no se consiguen, pero sí en el mercado negro. “No tengo cifras sobre la mortalidad de la malaria, pero si no es tratada a tiempo puede conducir a la muerte”, afirma López. En la difteria se han contado entre 450 y 500 casos donde la mortalidad llega al 17%.
El diputado opositor José Manuel Olivares propuso llevar la cuestión de la malaria al dialogo entre el gobierno y justamente la oposición. Aseguró que le pediría a las autoridades que acepten la propuesta de Médicos Sin Fronteras de instalarse en el estado Bolívar para controlar y detener la epidemia.
El parlamentario agregó que el Ejecutivo, encabezado por Nicolás Maduro, debe acceder al fondo de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y permitir el ingreso de las donaciones de países que ofrecieron su ayuda. Olivares informó que los casos de malaria en el país registraron un aumento de 709% desde 2000 a 2016, lo cual es alarmante y tenebroso.
“Ya hemos conversado con las ONGs para que se conforme un grupo, liderado por Cáritas de Venezuela, para que desde el extranjero los venezolanos y otras organizaciones puedan colaborar”, informó Olivares durante una conferencia de prensa. “Está en manos de Maduro que en unos días se tengan medicinas y dejemos este drama de la muerte. Se trata de la vida de los venezolanos”, expresó el legislador.
Con información de Clarín.