40 muertos y más de 140 heridos son los números registrados hasta el momento que ocasionó un atentado terrorista talibán este sábado. Los atacantes utilizaron una ambulancia para colocar la bomba y hacerla explotar frente al antiguo edificio del Ministerio del Interior en la Plaza Sadaran en el centro de Kabul, Afganistán.
Ismail Kawosi, portavoz del Ministerio de Salud del país, indicó que los heridos han sido trasladados a hospitales de la zona, aunque se teme que el número de víctimas mortales siga en aumento.
La explosión se ha producido en las proximidades del antiguo Ministerio del Interior y cerca de unas instalaciones del Directorio Nacional de Seguridad (NDS), la principal agencia de inteligencia afgana.
Los talibanes -o Emirato Islámico de Afganistán-, son una facción político-militar fundamentalista islámica sunní que se ha reivindicado el atentado en un mensaje en la red social Telegram en el que han afirmado que “un mártir mediante con coche bomba alcanzó el primer punto de control cerca del Ministerio del Interior”.
El portavoz del grupo Zabihullah Mujahid ha asegurado que en el momento de la explosión había una gran concentración de policías en la zona.
El atentado se produjo en medio de un espiral ascendente de ataques terroristas contra objetivos civiles por parte de talibanes y del Estado Islámico (EI) en los últimos días.
El pasado fin de semana 40 personas murieron en el Hotel Intercontinental de Kabul durante un asalto perpetrado por seis atacantes que mantuvieron un enfrentamiento con las tropas de seguridad durante doce horas.
El miércoles un ataque del Estado Islámico contra la sede de Save the Children en Jalalabad (este) acabó con la muerte de cuatro empleados de la organización no gubernamental, un transeúnte y un miembro de las fuerzas de seguridad, así como de los cinco terroristas.
Aunque en los primeros nueve meses del año pasado el cómputo de víctimas civiles por el conflicto descendió en un 6%, la primera vez que se producía un retroceso desde 2012, las cifras fueron de 2.640 muertos y 5.379 heridos, todavía niveles altos, según la ONU.