“Nos llega una alarma de la baliza y comenzaron a activarse los protocolos. Funcionarios departamentos del SAR (Búsqueda y Rescate) y del CIPAA (Centro de Investigación de Prevención de Accidentes Aéreos) se trasladaron vía aérea hasta el lugar y comprobaron que una aeronave tuvo una caída y penosamente se constató el deceso de un joven piloto”, explicó Édgar Melgarejo, presidente de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (DINAC), en comunicación con La Unión.
Señaló que la aeronave se hallaba apta para realizar los trabajos agrícolas que estaba haciendo, pero aclaró que esa adaptación no tenía autorización específica de la DINAC. Además, indicó que la labor que hacía el piloto debía contar con una licencia especial, tomando en cuenta que el trabajo es de fumigación, “una actividad paralela a la aviación comercial”. “Hay una responsabilidad jurídica”, subrayó.