Isabel expresó el dolor que aún sienten en la familia, tomando en cuenta que, tras su muerte, ni siquiera se le ha podido realizar un velorio digno, ya que el submarino continúa hasta ahora en el fondo del mar.
“Aunque localizaron al submarino, nos dijeron que el rescate iba a ser imposible por la profundidad y el costo que esto acarrea”, dijo Polo en contacto con La Unión.
Manifestó que lo triste de todo es que una de las hijas del hombre jamás podrá conocerlo, ya que al momento en que ocurrió la tragedia ella apenas tenía 10 meses de vida. “A su regreso íbamos a festejar el cumpleaños y el bautismo”, detalló.
El 17 de noviembre del 2017 se produjo el hundimiento del ARA San Juan, el submarino perteneciente a la Armada Argentina que había desaparecido en el golfo de San Jorge, Océano Atlántico, cerca de la Provincia de Chubut, cuando realizaba un viaje desde Ushuaia, Provincia de Tierra del Fuego, a su apostadero en la base naval de Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires. Tenía 44 tripulantes. La nave fue encontrada un año después.