A 21 años del Marzo Paraguayo: “Estar detrás de Lino Oviedo era como tener una pistola en la nuca”

El 23 de marzo de 1999 se producía el asesinato del entonces vicepresidente de la República, Luis María Argaña, supuestamente a manos de un grupo paramilitar. El hecho desencadenó una grave crisis política en el país. Su hijo, Félix Argaña, recordó el magnicidio, afirmando que los autores morales no fueron condenados. Además, ratificó que Lino Oviedo planeó el ataque.

“Es duro a pesar de los años volver a recordar un evento como el que nos tocó pasar. El caso se aclaró totalmente, pero no hubo justicia humana”, lamentó Félix Argaña en diálogo con La Unión.

En ese sentido, dijo que, como Raúl Cubas, entonces presidente de la República, estaba a punto de ser sometido a juicio político, Luis María Argaña iba a asumir la presidencia, fue que sus enemigos planearon su asesinato. “La mafia eliminó físicamente a mi papá”, aseguró Félix.

“A él no le atraía el cargo de vicepresidente, pero si se votaba así, él dijo que iba a respetar”, señaló. Sobre el punto, aseveró que no quería colocarse en cargos electivos delante del General Lino Oviedo en el marco de una misma línea política porque le decía a su familia una frase que nunca olvidará: “Ponerse detrás de Lino Oviedo es ponerse una pistola en la nuca”. “Lamentablemente fue una premonición que él mismo (Luis María Argaña) hizo”, expresó.

Indicó que solo los autores materiales fueron condenados a prisión, mencionando que uno de ellos ya cumplió su pena.

En ese sentido, también criticó la decisión de Nicanor Duarte Frutos quien, como presidente, ordenó la liberación de Oviedo, siendo él el principal procesado.

El asesinato del vicepresidente de Luis María Argaña desencadenó una grave crisis política que una semana después, en el microcentro de Asunción, provocaría un enfrentamiento entre seguidores del ya fallecido político y Lino Oviedo. El resultado fue de 7 muertos y más de 700 heridos.

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