En la mañana de este lunes, una banda criminal concretó un golpe a un camión transportador de caudales en las afueras de la ciudad de Hernandarias, en una zona conocida como Santa Mónica.
De acuerdo a datos estimativos, los ladrones se habrían alzado con cerca de G. 1.000 millones tras el atraco.
Los guardias no habrían reaccionado al asalto, y tampoco se siguió el protocolo de seguridad, al no solicitar acompañamiento de la Policía Nacional. Uno de los guardias, cuyo nombre aún no trascendió, fue sorprendido cuando intentaba arrojar al asfalto varios cartuchos sin percutir; de 9 mm y de grueso calibre.
Esto despierta sospechas de complicidad de los funcionarios de la empresa, según informe de nuestro corresponsal Gabriel González. La Fiscalía ordenó que los seis trabajadores fueran detenidos.
Datos actualizados de la Policía estiman que los malvivientes se movilizaron en al menos cuatro vehículos, y no dos, como se informó al principio.