La clase trabajadora, incluyendo algunos empresarios, ven como una amenaza la creación de la Superintendencia de Jubilaciones. Esto los dejaría fuera del control sobre los fondos de jubilaciones.
Misma situación afrontan los docentes, quienes temen entregar sus aportes y que estos sean mal administrados sin que los contribuyentes puedan tener control sobre él. Temen que el monto a ser aportado pueda sufrir variaciones e incluso que se pueda extender el tiempo que un trabajador deba aportar para jubilarse.
“No nos queda otra, tenemos que salir a defender la caja de jubilaciones del sector docente y sectores en general. Consideramos que este proyecto de ley puede ser bastante perjudicial”, manifestó Silvio Piris.