En este orden, aseveró que el formato del debate era la no confrontación, pero que de todas maneras ninguno de los dos quiso “inclinarse claramente hacia un lado”. “No había contrario”, manifestó en comunicación con La Unión R800 AM, añadiendo que ambos se mostraron “tibios” sobre ciertos puntos y solo “sermonearon”, citando como ejemplo temas referentes a educación sexual, por un lado, y tributación, por otro.
Señaló que los candidatos no se comprometieron firmemente a luchar contra la corrupción, señalando que esta “es un poder político que debe ser derrocado”.
En otra parte, dijo que el candidato colorado no es bueno para debatir y que, de hecho, se había rehusado a discutir con su adversario porque se basa en las ventajas que le otorgan las encuestas. Sin embargo, aseveró que Alegre no supo aprovechar de mejor forma las pocas oportunidades que tuvo para ser incisivo contra su rival. “Marito salió peor, digamos que perdió 3 a 2, pero en realidad es bajo ese 3 a 2”, expresó.
El sociólogo aseveró que Abdo representa el “neostronismo”, debido a que nunca se desmarcó de su origen. “Si yo hoy hijo de Hitler o de Stalin, tendría que decir que yo no estoy de acuerdo con Hitler ni Stalin. Y si yo soy hijo de Mario Abdo Benítez, tendría que decir que estoy en contra de Stroessner y Mario Abdo Benítez (padre), pero eso nunca Marito lo hizo, nunca se desmarcó, por omisión y por herencia”, manifestó.
En este sentido, señaló que Alegre tampoco hizo hincapié en la Alianza. “Él no utilizó esa palabra (Alianza), más que cuando ya no tenía más remedio. Él no dijo: ‘esto es el Partido Liberal Radical Auténtico con una alianza, somos una alternativa, queremos otra cosa más que no sea de la tradición paraguaya que comienza en el ’47’. Efraín no creó un perfil propio claro”, expuso.
En definitivas, Rodríguez admitió que se sintió decepcionado con el debate. “Yo me quedé con las ganas de haber escuchado más”, finalizó.