La agente fiscal mencionó que el denunciante, de nombre José Luis Cuquejo, fue a ofrecer por el interior del departamento de Itapúa sus productos, consistentes en pañales desechables, los cuales eran vendidos al por mayor, en compañía de un “socio”, a quien había conocido hace poco tiempo. En este orden, cuando se encontraban en la ciudad de María Auxiliadora, el “socio” le propuso ir a la localidad de Jesús, para comerciar sus artículos con un “cliente grande” a quien le quería presentar.
Señaló que, llegando al sitio, en medio de un descampado, el denunciante se percató de que un vehículo de la marca Volkswagen, tipo Gol, de color verde lo estaba siguiendo. “Le interceptan, le paran, le dicen que son policías y que era un procedimiento antidrogas porque hace tiempo lo venían siguiendo”, relató Palazón en comunicación con La Unión R800 AM, añadiendo que la víctima en todo momento creyó que se estaban equivocando de persona.
Indicó que el denunciante comenzó a bajar sus mercaderías del asiento trasero de su vehículo para demostrar que no poseía nada de lo que lo estaban acusando, momento en que encontró detrás de su asiento “una bolsita de hielo con polvo blanco”. “Ahí empezó a asustarse”, dijo la agente, añadiendo que los policías le quitaron el celular. “Lo dejaron incomunicado y le dijeron que tenían que acompañarlo a la Fiscalía de Encarnación”, aseveró.
Palazón señaló que en ese trayecto cambiaron de rumbo y no lo llevaron a la sede del Ministerio Público, sino directamente al Departamento de Investigación de Delitos. Fue en ese lugar donde el denunciante aseguró que los policías le pidieron la suma de US$ 10.000 para “solucionar” su caso. En este orden, indicó que el hombre, como tenía el dinero, le pidió ayuda a su padre para llevarlo hasta la dependencia policial.
La fiscal aseveró que, para no levantar sospechas ante las grabaciones de las cámaras de seguridad, los policías retuvieron la cédula verde y los documentos de las mercaderías de Cuquejo de modo a que, cuando vuelva con el dinero, se tenga una excusa de su nueva presencia en el Departamento de Investigación de Delitos.
Indicó que el “trato” al final quedó en G. 20 millones, lo cual fue pagado a los uniformados. Inmediatamente después, Cuquejo acudió a la Fiscalía y denunció el hecho, tras lo cual comenzaron las investigaciones en torno al caso, de cuyos resultados se descubre el suceso y se imputa a tres policías y a un civil. “Dos policías fueron imputados por detención ilegal, mientras que el policía restante y el ‘socio’, por extorsión”, expuso la representante del Ministerio Público, sin descartar que aparezcan más implicados.
Palazón afirmó que se descubrió muy rápido el hecho debido a que los mismos policías llamaron por teléfono a la Fiscalía y le pidieron reunirse con el denunciante. “Esa llamada se puso en altavoz. Escuchó la víctima y todos los que estábamos tomando la declaración”, manifestó, agregando que luego de esto solicitó el allanamiento de la sede de Investigación de Delitos, donde se incautaron celulares y el acta labrada del procedimiento. “En principio era un procedimiento antinarcóticos y después fue anticontrabando. Algo así”, dijo.
Los dos policías denunciados son los suboficiales Benicio Ávalos y César Maciel, quienes ya fueron destituidos.
La fiscal lamentó que por culpa de estos uniformados la institución policial quede con mala imagen.