Las buenas películas tienen finales malos, malísimos. Sólo los desenlaces desastrosos, caóticos y siniestros hacen que una cinta valga la pena. ¿Por qué? Porque de lo contrario, no reflejarían el estado real de las cosas; ¿cómo decir que la vida es un campo de flores donde la humanidad trota tomada de las manos mientras silba una dulce canción? Imposible.
No es que seamos pesimistas, es que hay que llamar a las cosas por su nombre y, tal como suele ser este mundo, no todo es felicidad y armonía. Claro, los finales felices nos gustan a todos; nos dan un aire de esperanza, nos llenan de buenas expectativas respecto al futuro y nos inundan el corazón de amor e ilusión.
Sin embargo, hay algunos directores que disfrazan la felicidad con un final doloroso. Quizá no lo entendiste, pero si lo piensas con cuidado, no fue un “felices para siempre” como lo creíste:
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Grease (1978)
Randal Kleiser
Para “conquistar” a Danny, Sandy cambia por completo; modifica su atuendo, comienza a fumar y se convierte en una mujer ruda. Al final, se van “volando” en su auto con una sonrisa de oreja a oreja. Muy bien pero, ¿qué pasará después?, ¿de verdad ella aceptará actuar toda la vida como una mujer fatal? Todos sabemos en qué desastre terminará todo esto.
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Shutter Island (2010)
Martin Scorsese
A todos nos quedaron dudas al terminar de ver La Isla siniestra. Muchos pensaron que el sometimiento psiquiátrico era la mejor manera de que las cosas estuvieran en paz para Teddy, el protagonista. Pero, ¿de verdad uno puede quedarse tan tranquilo teniendo tantas dudas sobre la realidad?, ¿qué fue lo que realmente ocurrió?
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Titanic (1997)
James Cameron
Rose vivió por años con el recuerdo de algo que jamás fue. El final de esta cinta clásica es un ejemplo de cómo todo perece; las esperanzas, los sueños, el amor. Aunque puede resultar liberador para algunos, en realidad es una especie de derrota: la vida siempre tendrá maneras de desilusionarnos. No podemos cambiar el curso de las cosas por más hermosas que hayan sido algún día.
If I Stay (2014)
R. J. Cutler
Para ser una teen film esta cinta es sumamente deprimente. Mía está en coma y tiene la libertad de decidir continuar viviendo o morir. Se ha quedado sin sus padres y la única ancla que la mantiene respirando —su hermano— también perece. ¿De verdad el amor la salvará de la locura?
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El club de los 5 (1985)
John Hughes
Parece que esas horas en detención les han cambiado la vida. Ahora tienen una concepción distinta de toda la realidad y de sí mismos, al menos el final nos invita a pensar eso. Pero, ¿de verdad es así? El lunes llegará y la dura realidad volverá a imponerse para todos.
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El exorcista (1973)
William Friedkin
El demonio salió del cuerpo de Regan MacNeil, o al menos eso parece. Gracias al poder de Dios, todo ha vuelto a la normalidad. Sin embargo, ¿cómo puede alguien esperar que su vida se normalice después de eso?, ¿irá a la escuela como otras niñas?, ¿ crecerá sin traumas?, ¿puede haber un final feliz después de estar poseído?
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La Guerra de los Mundos (2005)
Steven Spielberg
Una familia sobrevive a la invasión alienígena. Después de que todo termina, vuelven a reunirse y la calma regresa a su hogar. Pero la cinta de Spielberg no nos cuenta qué pasa al día siguiente ni toda la hecatombe en la que el mundo se ha convertido: ¿no será sumamente deprimente y caótico leer las noticias y ver que todo está acabado?
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A Little Bit of Heaven (2011)
Nicole Kassell
Todo parece ser aceptación tras una muerte inevitable. Un cáncer terminal lleva a Marley a encontrar a Dios —o su divertida representación— . Al final, hay una fiesta de despedida llena de felicidad. Pero, ¿qué pasará cuando sus amigos, sus padres y su novio sientan su ausencia?
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La boda de mi mejor amigo (1997)
P. J. Hogan
Ok. Termina la boda y parece que Julianne Potter ha tomado a bien que el amor de su vida se haya casado. A ella no le resta más que bailar e intentar pasarla bien. Sin embargo, en medio de la música, seguramente piensa que no sólo ha perdido al amor de su vida, sino también a un amigo incondicional. No es un final feliz.
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El encanto del erizo (2009)
Mona Achache
Paloma Josse quiere suicidarse cuando cumpla 12 años. Sin embargo, conocerá a una mujer que se esforzará por hacerle ver la vida de otra manera. Al final lo logra, pero eso le cuesta la vida. No, no es alentador.
Con información de Cultura Colectiva