Más de mil jóvenes, de entre 14 y 25 años, fueron acusados de pornografía infantil en Dinamarca por compartir un video de dos menores teniendo relaciones sexuales. Por el solo hecho de compartir en alguna red social o reenviar el video en Whatsapp los implicados podrían ser penados.
Frente al último escándalo que ha puesto en alerta a la sociedad del país escandinavo, los expertos avisan preocupados de que el consumo de contenidos sexuales en estos tiempos ha dejado de ser el porno tradicional. El morbo está en la vida real.
El Centro para la Educación Digital en Dinamarca ha detectado, además, que los que consumen y comparten material sexual en la Red son cada vez más jóvenes. También los protagonistas.
Los chicos que mantenían relaciones sexuales en el vídeo objeto del escándalo —que en realidad fue grabado a mediados de 2015— tenían 15 años, edad legal para tener sexo consentido en Dinamarca. El problema viene porque en la habitación donde todo sucedió había “cuatro o cinco personas [menores] más”, y porque “no está del todo claro que la pareja fuera consciente de que estaba siendo filmada”, explica Jonas Ravn de la ONG escandinava.
Muchos jóvenes ni siquiera fueron conscientes de que estaban cometiendo un delito tipificado. Compartir pornografía infantil está penado con hasta seis años de prisión en Dinamarca (artículo 235 del Código Penal). En este caso, sin embargo, es muy probable que el millar de acusados se enfrente solamente a una fianza o multa o, “como mucho, unos 20 o 30 días de trabajos sociales”, explica Ravn. Para dar ejemplo. En marzo o abril se celebrará el juicio en una corte de Copenhague.
Fuente: El País.