En la mañana de este viernes, dos atentos jóvenes nos recibieron en el Laboratorio de Paleontología, en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Facen). En ese lugar trabajan Ricardo Souberlich y Cristian Colmán, dos jóvenes que dedican su tiempo a buscar y analizar fósiles.
Pero no es un trabajo fácil. Ambos coinciden en que la labor se torna complicada, pues las personas que se animan a cumplir con esta tarea son contadas con los dedos de una mano; Ricardo, Cristian y Sergio Ríos, este último de la Secretaría Nacional de Cultura.
En el laboratorio universitario se guardan cuidadosamente los restos de perezosos gigantes que medían hasta 5 metros de alto, de un pariente lejano de los elefantes; el notiomastodon, que podría haber pesado hasta 8 toneladas, del gliptodonte; un armadillo gigante que medía 3 metros de largo y de otras especies. En el sitio también se hace lugar para los pequeños prehistóricos, cuyos fósiles se guardan en minúsculas capsulas, en el caso de los roedores.
Del famoso tigre ‘dientes de sable’ se cuentan todavía registros históricos. “Son registros ya muy antiguos, aproximadamente de principios del 1.900 donde el paleontólogo argentino Florentino Ameghino cita la existencia de estos animales en Paraguay”, explica Souberlich. No obstante, en nuestro suelo no se han encontrado fósiles del félido que se extinguió hace doce mil años.
¿Y los dinosaurios?
“Negar la existencia de los dinosaurios (en Paraguay) es como taparse los ojos y decir que no existen los colores”, respondía con seguridad Colmán ante la consulta.
Sobre el punto explica que, lo que hoy es Paraguay, era un gran desierto en el Jurásico, periodo en el que los dinosaurios habitaron la tierra. Estas condiciones ambientales no ayudaban a que los vestigios se conserven tan fácilmente. “Los granos de arena de estos desiertos actuaban como abrasivos a la materia orgánica”, comentó.
Lo más cercano hasta hoy de un hallazgo concreto, es una supuesta pisada de estos reptiles gigantes. Cristian y Ricardo reconocen que existe duda sobre que si realmente la figura es una huella de dinosaurio. Los estudios se extienden sobre esta muestra.
La esperanza está latente y tampoco se descarta la posibilidad de que se puedan hallar fósiles o huellas que puedan pertenecer a los colosos prehistóricos, así como ocurre en Bolivia, Argentina o Brasil, haciendo que no sea descabellado pensar en esa realidad para Paraguay. “Efectivamente si tuvimos dinosaurios (…) vamos a presentar un proyecto ante el Conacyt, para trabajar exclusivamente sobre ese periodo; buscando dinosaurios”, reveló uno de los entrevistados.
El laboratorio de Facen está abierto de lunes a viernes, de 7:00 a 13:00, para los interesados en conocer más sobre las piezas y los muy antiguos huéspedes de la tierra guaraní.