El fiscal Joel Cazal afirmó que luego de los estudios de Antropología y Odontología Forense del Ministerio Público se tiene un 90% de certeza de que se trata de Abraham Fehr, añadiendo que los familiares que estuvieron presentes durante la examinación del cuerpo reconocieron un quepis y las ropas que tenía puestas el hombre cuando había sido secuestrado.
El representante del Ministerio Público informó también que ya fueron tomadas las muestras de saliva de los padres para poder hacer la comparación de ADN.
El agente reiteró que manejaban la información de que había un cuerpo enterrado en la zona ya desde 2017, aunque dijo que no tenían precisión sobre si se trataba efectivamente de Fehr.
Por su parte, el médico forense Pablo Lemir manifestó que el cadáver ha estado aproximadamente entre uno y dos años enterrado, agregando que rastros de cabello, la musculatura, estatura y la ficha técnica de algunos trabajos odontológicos respaldan esta conclusión. No obstante, aseveró que aún no se ha podido determinar las causas de la muerte.
“Cuando se da al menos en un 80% (de compatibilidad) ya se puede hacer entrega del cuerpo a los familiares”, indicó.
Detalló que el cuerpo encontrado estaba completo en 90%, señalando que al momento de los estudios le faltaba el antebrazo derecho. En este orden, descartó que el fallecimiento del menonita se haya producido por arma de fuego o arma blanca.
Por su parte, el comisario Gilberto Fleitas, jefe Antisecuestro de la Policía Nacional, expresó: “pensamos que esto ocurrió (la muerte) ya en los primeros días después de que se lo llevaron”, añadiendo que los datos revelados representan “un golpe muy grande” a las fuerzas de seguridad.
Así mismo, el senador Arnoldo Wiens, quien acompañó a los familiares de Fehr a su llegada a nuestra capital y fungió de traductor, manifestó que es “un profundo dolor el que sentimos”
Abraham Fehr se encontraba trabajando en la estancia Soljancic de Tacuatî, Departamento de San Pedro, cuando fue secuestrado por integrantes del grupo insurgente autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo el 8 de agosto de 2015. Dos años y cinco meses después, prácticamente se constata su fallecimiento. Su cuerpo fue encontrado en una fosa cavada en la estancia San Eduardo, establecimiento ubicado a 10 kilómetros aproximadamente de donde se lo encontró este jueves. Había sido llevado junto con sus dos hijos y un capataz, quienes fueron liberados al poco tiempo.