De acuerdo a informaciones extraoficiales, la Policía ya sabía que había un cuerpo bajo tierra en la zona de Tacuatí. Esto se manejaba desde al menos mitad del 2017, cuando la noticia llegó a hasta la prensa, pero no se publicó por falta de datos concretos.
“La información que a mí me había llegado es que supuestamente la Policía Antisecuestro estaba siguiendo pistas en esa zona, porque tenían información de que un cuerpo estaba enterrado, pero no podían tener la localización”, detalla el periodista de la 800AM, Javier Panza, quien es de San Pedro.
Según la versión, el peón de una estancia se enteró de lo que hoy podría ser un macabro hallazgo, si se confirma que los restos encontrados pertenecen a uno de los secuestrados por el EPP.
Los uniformados intentaron seguir los pasos de este peón, que abandonó su lugar de trabajo con miedo, pero nunca pudieron dar con él.
“La información a la que yo accedí es que no sabían de quién se trataba, pero que había un cuerpo enterrado”, reiteró el comunicador para resaltar otros elementos sospechosos sobre el caso Fehr; a diferencia de otros secuestrados, nunca hubo comunicación con él, ni pedido de rescate, tampoco prueba de vida y el Gobierno nunca entregó información sobre su secuestro.
“Siempre resaltaba en radio esos puntos, pero no podía decir (lo del cuerpo) porque es irresponsable sin tener sustento”, resaltó el trabajador de prensa.