El sábado pasado fue publicado un artículo en el portal web argentino ‘Los Andes’ denominado “El mito del genocidio paraguayo“, en el que la autora, la historiadora Luciana Sabina, aseguró que la gran cantidad de bajas de las tropas de los valientes compatriotas que pelearon en la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870; Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay) supuestamente fueron producidas por “enfermedades” y no asesinados masivamente en campo de batalla.
María Victoria Baratta, también historiadora argentina, refutó la publicación aseverando que lo expuesto por Sabina dista de la información que en realidad maneja una gran cantidad de colegas compatriotas suyos. “Yo no estoy de acuerdo en dos puntos (del artículo): primero, que la existencia de enfermedades que deriven en epidemias no es incompatible con un genocidio. Las epidemias no son aleatorias, se hacen en contextos de guerra. Por otro lado, para mí esa guerra no fue un genocidio porque este término está definido como un plan sistemático deliberado para aniquilar un grupo de gente, lo que para mí no existió; además de que es un concepto del Siglo XX, muy apegado al Holocausto”.
En ese orden, señaló que las cuestiones citadas no eximen de responsabilidades del desastre humanitario que las tropas aliadas provocaron, recordando “las pretensiones del Imperio (del Brasil), los errores de Bartolomé Mitre (entonces presidente argentino) y algunos errores del mismo Francisco Solano López contra parte de sus propios seguidores, como matar a su hermano”. En este sentido, dijo que “ninguno de estos actores esperaba que la guerra terminara como terminó y durara tanto”, recordando una frase de Mitre, quien aseguraba que en tres meses iba a tomar Asunción.
Aseveró que lo único que puede debatirse, en todo caso, sería las distribuciones de responsabilidades de los países aliados, aunque mencionó que “en estos tiempos no sé si vale la pena”.
Baratta criticó la publicación de su colega, manifestando “es una falta de respeto y de rigor total a lo que pasó”. En este orden, aseveró con relación a las palabras utilizadas por la autora del artículo: “El ‘nosotros’ ese (que escribió) fomenta rivalidades, sentimientos de xenofobia, chicanas actuales que no tienen ningún sentido. El ‘nosotros’ no existe porque ni ella ni yo ni nadie hicimos esa guerra”, enfatizó la historiadora, añadiendo que “había que salir a contestar”.
Con raíces en Paraguay
María Victoria asegura tener raíces en Paraguay, afirmando que su tatarabuela residía en San Pedro, cuando a los 7 años de edad fue llevada por el ejército argentino durante la Guerra Grande. “Se llamaba Julia Echagüe, fue robada por el ejército argentino y vendida como criada en Buenos Aires”, explicó, añadiendo que “es una historia que todavía no termino de reconstruir porque lo que encontré sobre ella es de su vida en Argentina a partir de los 7 años y aparece como criada en la casa de los Lezama. Ella está sola en la lista de criadas, así que aún me falta reconstruir”.
¿Alguno de los nuevos seguidores de ?? es o tiene contactos con San Pedro de Paraná? Sospecho que mi tatarabuela, niña paraguaya robada por el Ejército argentino, era de allí y no del departamento de San Pedro. No he podido encontrar información sobre su vida en Paraguay.
— Deci ??? (@decimononnica) January 9, 2018
En ese orden, relató que cuando su tatarabuela se casó en Buenos Aires, Julia dijo (según registros que maneja) que sus padres se llamaban Nicolás y Gregoria Echagüe y que era oriunda de San Pedro. Indicó que no tiene bien preciso si era proveniente de San Pedro del Paraná, Departamento de Itapúa, o de San Pedro del Ycuamandyju, Departamento de San Pedro. “Supongo que cuando vuelva a Paraguay para charlas o conferencias a las que suelo ir, voy a intentar escaparme hasta San Pedro para quizás encontrar algo”, expresó.