Más de 20 muertos y cientos de heridos han dejado las manifestaciones en Irán que expresan el descontento de la ciudadanía por la crisis económica que están pasando. El Gobierno se desentiende de la culpa, sosteniendo que sus enemigos extranjeros han utilizado “dinero, armas, política y aparatos de inteligencia para crear disturbios en la República Islámica”.
La crisis económica producida bajo el Gobierno del ayatolá Ali Jamenei, líder máximo de Irán, ha motivado manifestaciones en todo el país. Desde el 2009 no se ve situación similar cuando fue reelecto Mahmud Ahmadineyad.
La crisis desatada en Irán por las protestas contra los líderes de la República Islámica se agravó al inicio de semana con nuevas manifestaciones y la confirmación de que otras nueve personas (seis manifestantes, un niño de 11 años, un policía y un guardián de la revolución) se sumaban al balance de víctimas mortales, que ya supera la veintena, según ha informado la televisión estatal.
Seis manifestantes murieron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad cuando intentaban asaltar una comisaría de la ciudad de Qahderijan, en la provincia de Isfahán, indicó la televisión estatal.
El presidente del Tribunal Revolucionario de Teherán (Capital de la República Islámica), Musa Ghazanfar Abadí, ha amenazado este martes a los manifestantes con acusarlos de delitos, entre los que figuran “atentar contra la seguridad nacional” y la “enemistad con Dios”, ambos penados con la condena a muerte, según ha recogido la agencia iraní de noticias Tasnim.
Los manifestantes también expresaron su desprecio por la vida acomodada del clero iraní. “La nación es un mendigo, mientras los clérigos viven como Dios”, gritaban. Igualmente, expresaron su rechazo al gasto que destina el régimen iraní a algunos países de la región mientras la población pasa por dificultades económicas: “Ni Gaza ni Líbano, mi vida la sacrifico por Irán”.
Fuente: El País y La Vanguardia.