Desde el Ministerio Salud Pública refieren que la ingesta abundante y, sobre todo, la superposición de diferentes tipos de alimentos, puede afectar negativamente la salud y desencadenar en molestias estomacales como; gastritis, inflamación del estómago, malestar general, nauseas, vómitos, acidez y, en ocasiones, puede desarrollar gastroenteritis aumento de las deposiciones.
La alimentación promedio de una persona sedentaria debe contener entre 1.600 a 1.800 calorías. Esta cifra se duplica en épocas de las festividades como navidad y fin de año, a 3.000 o 3.500 calorías por día, el doble de energía de lo que necesita el organismo. Ante esta abrupta ingesta alimenticia, el cuerpo sufre diversas alteraciones, entre ellas, sobrepeso u obesidad, ocasionando complicaciones como diabetes, hipertensión arterial y problemas cardiovasculares.
En este sentido, se recomienda que durante estas fiestas se ingieran los alimentos en forma moderada y, en lo posible, no consumir aquellos muy azucarados o salados. En el caso de que las personas padezcan diabetes, se debe reemplazar el azúcar por edulcorante y preferir las cocciones más saludables, sustituyendo la grasa de cerdo por la de origen vegetal (margarina).
Cabe destacar que es importante tomar conciencia de que una porción de cada alimento es más que suficiente para que el cuerpo se sienta satisfecho. Esto no significa dejar de comer, sino distribuir mejor los alimentos, en estas deben estar incluidas las frutas y verduras crudas. Se recomienda comer pausadamente.
Aquellas personas que sufran de hipertensión, diabetes o se hallen con un índice de triglicéridos elevado, no deben consumir la carne de cerdo por su alto contenido de colesterol. Por el contrario, optar por las carnes blancas como pescado, pollo o pavo.
Finalmente, desde la cartera sanitaria aconsejan no ingerir bebidas alcohólicas, si la persona no tiene un buen control de su azúcar (es decir mayor a 200), o tienen el triglicérido alto. Aquellas que no se encuentren dentro de este rango, pueden hacerlo con moderación y sin abusar de esta bebida (una latita o un vaso). Nunca consumir alcohol con el estómago vacío, pues puede producir hipoglucemia, es decir, disminución del azúcar.