Ricardo Valenzuela este año debutó como nuevo obispo de la Diócesis de Caacupé y realizó una de las homilías más duras de los últimos tiempos en la misa central en honor a la Virgen. Apuntó a los políticos corruptos y deshonestos del país.
“No tendremos la conciencia tranquila si no denunciamos a los corruptos y deshonestos. El silencio nuestro nos convierte en encubridores de autoridades deshonestas que están usando recursos públicos”, manifestó, añadiendo que “vemos atrasos que padecemos en otros sectores y que autoridades no pudieron o no quisieron superar por ambiciones personales o de sus propios grupos. El norte del país está angustiado por el EPP, que tiene a 5 compatriotas secuestrados. Pasaremos otra navidad sin ellos”.
Señaló que la corrupción es una de las grandes causas del triste estado de cosas que está viviendo la nación. En ese orden, citó al profeta Isaías, diciendo: “Cuando la corrupción toca su fondo, todo se cae”.
Así mismo, criticó que la justicia no sea pronta ni barata y que esté al servicio del poder político. “La balanza se inclina dependiendo del lado de donde se ubica quien tiene más influencias”, expresó, sosteniendo que quienes deshonran las instituciones deben ser investigados y sancionados. “Son una ofensa para la República”, calificó el religioso.
“Lograr que el Gobierno y, en general, todo el funcionariado público sea honesto, es hoy como lo fue en todos los tiempos y sobre todo en los de crisis, una misión tan imperiosa como indispensable”, señaló, asegurando que “sin honestidad, no se gana nunca”.
Miles de feligreses se agolparon en la explanada de la Basílica de Caacupé y vivieron con exaltación cada palabra expresada por el Monseñor. En tanto, las autoridades, entre ellas el Presidente de la República, Horacio Cartes, y algunas personas que conforman su entorno, escuchaban la homilía con notoria incomodidad.