El problema había iniciado con un festival audiovisual organizado por una asociación denominada “Vida Rosa”, con temática homosexual. Según el Gobierno local turco, esto suponía una amenaza pues los participantes corrían el riesgo de sufrir supuestos ataques terroristas.
Días después, la gobernación de Ankara, publicó un comunicado en el que prohíben todo tipo de actos como proyecciones de cine, obras de teatro, mesas redondas, charlas o exposiciones que sean organizadas por asociaciones LGBT.
La Delegación del Gobierno considera necesaria esta prohibición a fin de “garantizar el orden público, prevenir delitos, garantizar la salud y moral públicas y proteger los derechos y libertades de los demás”, según la publicación de El País.
Esto podría herir sensibilidades de parte de la población, y al sentirse provocada, podría atacar asegura el comunicado.
Desde 1958 en Turquía es legal la homosexualidad, a pesar de que es inusual que se exterioricen las relaciones entre hombres. Según El País, la homofobia está muy extendida en el país euroasiático y los activistas de asociaciones LGTBI se quejan de la discriminación y de los constantes ataques que sufren.
Fuente: El País