El hambre sigue en aumento. Según datos proveídos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el número de personas que sufre falta de alimentos llega a 815 millones en el 2016, lo que representa el 11% de la población mundial. Mientras que el 13% sufre de obesidad.
Los resultados de la ONU demuestran que la inseguridad alimentaria ha empeorado en ciertos lugares a causa de la desaceleración económica y en otros debido a problemas agronómicos, por las guerras internas o por cambio climáticos.
Más de la mitad de los hambrientos viven en zonas afectadas por conflictos violentos que han frustrado la agricultura local y han restringido el acceso a los alimentos.
Una quinta parte de la población de África y el 12% de la de Asia tienen hambre. Unos 155 millones de niños menores de cinco años son demasiados pequeños para su edad y otros 52 no son lo suficientemente pesados para su altura. En contraposición a la desnutrición de pequeños, la obesidad adulta está en aumento.
En el marco del Programa 2030 para el Desarrollo Sostenible, los líderes mundiales se han comprometido a erradicar el hambre y la malnutrición en 2030. Tarea que actualmente se ve complicada, para no decir utópica.
Fuente: Infobae