Los pacientes del Hospital Pediátrico Acosta Ñu, junto a sus familiares, vivieron ayer un momento diferente, haciendo una pausa entre las consultas, los pedidos de estudios y medicamentos para disfrutar de la representación del pesebre viviente, a cargo de los funcionarios del centro asistencial. Todos los detalles fueron previstos, desde el escenario natural adornado con flores, la presencia de animales, como bueyes, cabras, gallos y el burro que fue el encargado de acercar a María hasta el establo.
Ataviada con una túnica blanca y una capa, Celeste Alcaraz representó a la Virgen María. Llegó y tomó en brazos al niño Jorge Antonio León, de 4 meses, que se prestó de principio a fin al papel del niñito ante la atenta mirada de su madre Virginia Aguilar.
“Estoy emocionada es un momento muy lindo”, afirmó la madre que acompaña desde mayo pasado a su pequeña Jessica de 7 años en su tratamiento en el servicio de Cardiología.