El metrobús está aún lejos de ser una realidad, aunque en ese camino hacia lo concreto ya despertó opiniones dispares en la ciudadanía. Desde el debate en cuanto al precio del pasaje, la congestión en el tráfico como consecuencia de las obras, y hasta el creciente temor de que todo lo invertido resulte en algo que no llene las expectativas, pero… ¿qué es lo que en verdad figura en el proyecto?
El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones compartió algunos puntos sobre lo que significará el metrobús, cuando se terminen las obras y el sistema comience a funcionar. Si en los papeles nos basamos, pareciera haber esperanzas.
Lamentamos que entre los puntos no figure el precio del pasaje, pues ese factor será aún motivo de estudios, pero estas serían las 5 cosas que cambiaría el tan hablado sistema del metrobús:
1- Adiós a los boletos: Los antiguos boletos de papel serán historia. El sistema de recaudo del Metrobús será a través de tarjetas electrónicas, que podrán cargarse dentro de las estaciones, terminales y buses, así como en puestos de la red comercial. El costo del pasaje será similar a los actuales buses diferenciales y se cobrará mediante unas máquinas instaladas en las estaciones o terminales. Asimismo, los conductores ya no gestionarán el cobro de pasajes mientras manejan; con el Metrobús, los choferes se concentrarán exclusivamente en conducir, lo que aumentará la seguridad en el traslado y disminuirá la exposición de las personas a situaciones de riesgo.
2- No más esperas largas y dudosas: Con cuatro líneas troncales y 16 líneas alimentadoras previstas para el inicio, los pasajeros alejados de las troncales podrán llegar a las estaciones y terminales mediante transbordos, sin abonar un nuevo pasaje. Los usuarios tendrán la certeza del horario, pues los buses tendrán un tiempo fijado para llegada y salida que deberán respetar. Esto, junto con la presencia de un carril exclusivo para el Metrobús, permitirá una planificación adecuada de los horarios y frecuencias, lo que otorgará seguridad a los usuarios.
3- Paradas improvisadas serán historia: Un total de 24 estaciones —con una distancia aproximada de 500 a 700 metros entre cada una, a lo largo del corredor central— permitirán que los usuarios sepan exactamente dónde
abordar o salir de las unidades, tanto de buses alimentadores como de troncales, de modo a llegar a destino de manera segura y ordenada. Los usuarios caminarán una distancia que va desde 150 m a 200 m, como máximo, para llegar a cada estación.
4- Ni una hora perdida más: 170 buses articulados, de 18 metros de largo, con capacidad para 160 pasajeros cada uno; un carril exclusivo y varias alternativas de recorrido: unos que se trasladan de una terminal a otra sin paradas, y otros que paran en algunas estaciones, siempre en corto tiempo; servicios opcionales de acuerdo a los puntos y horarios de demanda. Todo esto, contribuirá a ahorrar, en promedio, 54 minutos en el tiempo de viaje de San Lorenzo a Asunción y viceversa.
5- Los peatones serán prioridad: El peatón es central en el proyecto y es el principal beneficiado. Contarán con espacios apropiados para caminar y puntos seguros para cruzar las avenidas, calles y el acceso a las estaciones. Las franjas y espacios de uso peatonal pasarán ahora a tener mayor relevancia en el espacio urbano.