Mantener el cuerpo hidratado es la principal medida. Beber más agua que de costumbre y no esperar a tener sed. Se aconseja ingerir de 2 a 3 litros diarios, de forma a impedir la deshidratación.
Además, no se recomienda exponerse al sol en el horario de 10:00 a 17:00, considerados picos, puesto que los rayos ultravioletas son mucho más intensos; tampoco se aconseja permanecer en lugares cerrados sin ventilación.
En caso de encontrarse en piletas, buscar lugares con sombra y evitar exposición prolongada al sol. Aplicar protector solar de factor elevado para proteger la piel de quemaduras, igualmente en días nublados.
Utilizar ropa ligera, preferentemente de color claro y holgado.
Mantener una alimentación a base de frutas, verduras y evitar alimentos con altas calorías como las frituras y reducir al mínimo la ingesta de alcohol, en lo posible, evitarla.
Síntomas que pueden alertarnos
Las personas que realizan alguna actividad física y presentan síntomas como mareos, náuseas, escalofríos o desvanecimiento y pérdida de conocimiento, requieren atención médica urgente, por lo que deben recurrir al centro de salud más cercano.
La cartera sanitaria enfatiza prestar mayor atención a los grupos vulnerables: niños, ancianos, gente obesa y quienes estén tomando medicamentos, principalmente por problemas del corazón.