La mejor manera de prevenir complicaciones por la mala hidratación durante la peregrinación es ingiriendo una buena cantidad de agua, de esa forma se controla el nivel de la presión arterial y se evitan otras molestias como mareos, nauseas o calambres.
Se recomienda a la ciudadanía, si en algún momento dado, puntualmente en el transcurso de la peregrinación se sienten sofocados/as o presentan palpitaciones, descansar al menos unos 20 minutos para luego continuar con la caminata. Si las molestias persisten, se solicita abandonar la peregrinación y llegarse hasta la Basílica con algún medio de transporte.
El Ministerio de Salud aconseja mantener el cuerpo hidratado, a fin de evitar que el organismo se resienta durante la peregrinación.