Una de las características que más aprecian los usuarios a la hora de elegir un celular es la calidad de la cámara: ¿cuántos megapíxeles tiene? ¿cuál es la apertura focal? ¿cuáles son los ajustes manuales? Si bien estos son aspectos importantes para tener en cuenta, lo cierto es que todas estas propiedades no bastan para producir fotografías perfectas.
Es necesario saber cómo usar la cámara para poder generar una imagen de buena calidad, potente y, por qué no, inspiradora. Y para eso, es fundamental tener en cuenta ciertos criterios básicos.
1. No pensar en el encuadre
¿Horizontal o vertical? Esto dependerá de dónde se busque publicar la fotografía. En Instagram Stories o Snapchat se emplea la opción vertical. Pero fuera de estos casos puntuales, se puede decir, como generalidad, que “una misma imagen puede transmitir distintas sensaciones según el encuadre que le demos. El horizontal suele dar sensación de amplitud o serenidad, mientras que el vertical es más dinámico”, detalla Martín Errante, fotógrafo y gerente de producto de Motorola.
Los principales factores que se deben tener en cuenta a la hora de hacer una foto es la iluminación y el encuadre.
2. Un horizonte torcido
La línea del horizonte tiene que estar completamente recta. Para eso se puede añadir una cuadrícula imaginaria, algo que se activa automáticamente en el visor con tan sólo seleccionar esta opción.
Para evitar sacar fotos torcidas o con un encuadre desprolijo hay que habilitar la grilla cuadriculada que integran la mayoría de las cámaras de fotos.
Esta herramienta también es fundamental para determinar dónde se quiere poner la atención en la composición. ¿Qué se quiere destacar? Lo ideal es que aquello que se quiera destacar esté en el tercio superior. “Es fundamental que no se deje al línea del horizonte en el centro, a no ser que lo que estés fotografiando sea una simetría”, explica Errante.
El fotógrafo Francisco “Kito” Mendes, por su parte, cree que se puede ser más flexible con la regla del horizonte. “En fotografía no hay reglas tan rígidas, todo depende de lo que se quiera contar”, dice.
El lugar que se le quiere dar al horizonte es parte de la composición de la foto. / Francisco Mendes.
3. Sombras en la cara
Esto es muy habitual, sobre todo cuando se hacen imágenes en pleno sol, o al mediodía. Para combatir este error se puede utilizar el flash en el exterior.
Si no se presta atención al sol y la iluminación la foto generará sombras en el rostro.
Esto permite evitar las sombras que pueden reflejarse sobre el rostro de la persona, ya sea porque tienen el sol encima, detrás o porque están con un sombrero.
“Se llama flash de relleno, y su finalidad no es iluminar la oscuridad, sino rellenar la cara del sujeto de luz para que ésta resulte uniforme con lo que la rodea”, destaca Errante.
“La sombra también tiene sus beneficios. Porque si se usa a favor se puede generar profundidad”, analiza Mendes.
4. Abusar del zoom
Si bien el zoom digital mejoró, lo cierto es que si se abusa de esta opción se puede generar una fotografía muy pixelada y de baja calidad.
5. Fotos movidas
Esto ocurre cuando se mueve la cámara antes de que se haya tomado la fotografía. Las chances de que la fotografía salga movida aumentan cuando se hacen en un entorno con poca luz, ya que en esas circunstancias la velocidad del obturador será menor para que ingrese más luminosidad.
Las fotos fuera de foco pueden ocurrir por mala iluminación, por mover la cámara cuando todavía no se terminó de efectuar el disparo o cuando se intenta retratar un ser u objeto en movimiento.
De ahí que cualquier movimiento pueda perjudicar el resultado final. Lo ideal, si es posible, es emplear un trípode para no perder estabilidad.
6.Abusar del flash
Si bien a veces el flash puede ser un aliado, si se abusa de él se pueden generar ojos rojos, rostros brillosos y pálidos o el rebote de una luz blanca en un espejo, por ejemplo. En pocas palabras, un resultado un tanto desastroso.
El exceso de flash, sobre todo en un ambiente con poca iluminación, genera el rebote de la luz en los rostros y una escasa definición.
Si se va a hacer una foto en una zona con muy poca luz es preferible optar por generar alguna iluminación artificial con una linterna, o la ayuda de otro móvil. Eso permitirá tener una fotografía más natural que si se emplea el flash.
Claro que la mejor opción será jugar con las alternativas de comando manual, como se explica más adelante.
7. No editar o editar de más
Existen múltiples herramientas de edición de imágenes como Snapseed, Photoshop Fix, Prisma entre otras. Incluso la mayoría de los teléfonos tienen integradas aplicaciones para añadir filtros o hacer recortes en las imágenes.
Las mismas redes sociales incluyen sus propias herramientas para modificar fotografías. Pero si se abusa de este recursos se logran imágenes muy artificiales.
Esto vale también para las selfies. Algunas están tan retocadas que los rostros parecen caras de cera.
“A veces menos es más. Se pueden hacer buenas fotografías si el encuadre está bien, la escena está pensada, luz está medida y se sabe lo que se quiere contar, no hay que editar mucho”, concluye Mendes.
Las sombras en esta imagen tomada en la Calle de San Pedro la Laguna, ciudad de Guatemala generan profundidad y contraste. / Francisco Mendes.
Algunos trucos para realzar las fotos:
Las cámaras de los móviles ofrecen cada vez más opciones para el usuario. Y la mayoría se activa con tan sólo presionar un botón.
HDR: éstas son las siglas de High Dynamic Range, es decir, alto rango dinámico. Esto permite subir el nivel de exposición en todas las zonas de la imagen. Sirve, en particular, cuando se quiere fotografiar una zona en donde la iluminación es despareja.
Esta función permite lograr colores más brillantes y detalles más definidos de manera automática.
El filtro monocromático puede usarse para destacar los contrastes del blanco y el negro. / Foto: Jvdas Berra.
Filtro monocromático: casi todos los teléfonos permiten añadir diferentes filtros a la fotografía. Puede ser antes o después de realizarla. En el caso del Huawei P9 se va un paso más allá, porque integra un sistema dual pixel y cuenta con certificación de la prestigiosa marca Leica. Tiene dos sensores, uno para el RGB y otro para tomar el contraste de las imágenes, es decir, el blanco y negro. Desde la compañía comparten algunos consejos para sacarle provecho a la configuración manual:
ISO: sirve para ajustar la sensibilidad de la cámara a la luz. Los números bajos significan menor sensibilidad, y, por lo tanto, generar imágenes más oscuras y con detalles compactos. Cuanto mayor es la iluminación del lugar, menor tiene que ser el número de ISO. En cambio, en zonas donde hay escasa luz, conviene subir el ISO. Eso sí, es posible que el resultado de la fotografía tenga un cierto ruido o granulado.
El ISO permite ajustar la entrada de luz a la cámara. / Foto: Álex Córdoba.
Velocidad del obturador: regula la cantidad de tiempo en que el sensor de la cámara estará expuesto a la luz. Los números bajos significan velocidades lentas y por lo tanto permitirán ingresar más luz en el sensor, lo cual generará imágenes más brillantes.
Se pueden usar para generar efectos de luz, como la que emiten los autos en una autopista, por ejemplo. Eso sí, es fundamental usar esta opción con un trípode para evitar que la foto salga movida.
Los números altos, por otra parte, significan que la velocidad será mayor y por ende ingresará menos luz al sensor, lo cual generará imágenes más oscuras. Un alto rango de velocidad permite captar objetos en movimiento con mayor definición.
Es importante saber dónde poner el foco. Hay cámaras como el iPhone 7 Plus o el Samsung Galaxy S8 que en modo automático permiten generar un efecto bokeh.
Valor de exposición (EV): así se denomina al número que resume los dos factores que dependen de la exposición y que son el tiempo y la apertura. Se emplea para facilitar el control tanto de la brillantez como de la profundidad de campo.
Los números bajos implican velocidades de obturador lentas y larga exposición. El resultado son imágenes con menor profundidad, movimiento y más brillo.
Saber usar el valor de exposición permite generar imágenes con diferentes grados de profundidad y definición. / Foto: Arturo Díaz.
Por otra parte, los números altos significan velocidades de obturador rápidas y una exposición corta, lo cual produce imágenes con mayor profundidad, más oscuras y objetos más definidos.
Balance de blancos: tal como su nombre indica se utiliza para controlar la tonalidad de la luz blanca. Se puede ajustar según el ambiente en el que uno se encuentre. En muchos modelos teléfono se ofrecen las diferentes alternativas por medio de íconos para representar zonas nubladas o iluminadas artificialmente, por ejemplo.
Control de foco: se emplea para elegir dónde poner el foco o la atención dentro del encuadre. Puede ser único, para centrarse en un objeto en particular; continuo, si es para poner el foco en varios objetos dentro de una zona específica o bien manual, para que lo maneje completamente el usuario.
Con información de Infobae.