El nombramiento se produjo en 1981, dentro del marco del Primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y del Caribe, celebrado en Bogotá. La fecha del 25 de noviembre fue elegida como conmemoración del asesinato en 1960 de las tres hermanas Mirabal, activistas políticas de la República Dominicana, a quienes el dictador Rafael Leónidas Trujillo mandó matar.
Sus cadáveres aparecieron en el fondo de un acantilado y aunque la historia se intentó vender a la prensa como un accidente, lo cierto es que no cupo duda de que se trataba de un acto de represión.
Para el movimiento popular y feminista de República Dominicana, históricamente, estas mujeres han simbolizado la lucha y la resistencia contra la opresión política.
En ese encuentro, las mujeres levantaron la voz para denunciar el maltrato hacia el sexo femenino, denunciando la violencia de género a nivel doméstico, el acoso sexual, la tortura y los abusos sufridos por prisioneras políticas.