En un mensaje publicado en Twitter el miércoles por la noche, Pavel Durov escribió que funcionarios iraníes pidieron a la compañía que les proporcionara “herramientas de espionaje y censura”.
“Ignoramos la petición, nos bloquearon”, dijo.
Los funcionarios del régimen quieren hacer inteligencia a través de la aplicación de mensajería para smartphones. También le pidieron a la compañía “herramientas de censura”.
La empresa está buscando la forma de restablecer el servicio para sus usuarios iraníes, agregó Durov. Algunos de sus clientes en Teherán dijeron el jueves que si podían usar la aplicación.
Oficiales iraníes dijeron este año que no permitirían a los gigantes de internet ofrecer servicios que no respetaran las “reglas culturales y las políticas” del país. La República islámica tampoco toleraría a las redes sociales compartir “contenido inmoral”.
Telegram se volvió altamente popular entre los persas, que comparten entre sí material pornográfico y sátiras políticas.