Este viernes 15 de junio se cumplieron 5 años de la masacre de Curuguaty, cuando un enfrentamiento entre policías y campesinos en la propiedad conocida como “Campos Morombí” desembocó en la muerte de 6 uniformados y 11 labriegos. La principal consecuencia de este suceso se produjo uno semana después, cuando bajo la figura de juicio político el presidente de la República en ese entonces, Fernando Lugo, fue destituido.
La activista de derechos humanos Guillermina Kanonnikoff manifestó en comunicación con La Unión R800 AM que se han tratado de 5 años de padecimiento de injusticia por la gente más humilde. “Es un dolor inmenso ver tantas familias golpeadas y desmembradas”, expresó.
Afirmó que el juicio realizado contra los campesinos acusados se trató de un “mamotreto”, asegurando que se violaron en todo momento derechos constitucionales de los campesinos. “Nunca hubo presunción de inocencia. Tampoco igualdad ante posibilidad de defensa”, aseveró, añadiendo que con esta cuestión se estaba logrando la impunidad de los verdaderos responsables.
Kanonnikoff manifestó que en el terreno en el que se produjo la masacre “hubo pruebas que se sacaron, pruebas que se plantaron”. Agregó que tampoco existió cuidados de las pruebas para realizar las acusaciones.
Aseguró que el caso fue eminentemente político “para cuidar a unos y resguardar a otros”.
Señaló que hoy han presentado un pedido de revisión del caso ante la Corte Suprema de Justicia, y esperará esta se dé el tiempo para estudiarlo.
Explicó que la Corte, a partir de este jueves, tiene 30 días para analizar la solicitud, advirtiendo que si no lo hace, recurrirán a instancias internacionales.